El aeropuerto de Fairbanks, en Alaska, probará la efectividad de un robot canino de Boston Dynamics para impedir el impacto entre aviones y aves
El Departamento de Transporte de Alaska anunció que utilizará un perro robótico para mantener a las aves migratorias y otros animales salvajes alejados de las pistas del Aeropuerto Internacional de Fairbanks, el segundo más grande de ese estado estadounidense, informó este sábado AP.
El robot canino, llamado “Aurora”, fue fabricado por Boston Dynamics. De acuerdo con medios locales, costó alrededor de 70.000 dólares y fue financiado con una subvención de 2 millones de dólares proporcionada por el Departamento de Agricultura de EE.UU.
Un robot camuflado de depredador
El Departamento de Transporte de Alaska espera que su “nueva contratación” contribuya a mejorar y aumentar “la seguridad y las operaciones del aeropuerto” de Fairbanks. El director de programas del Departamento, Ryan Marlow, explica que Aurora imitará los movimientos de un animal depredador con la finalidad de ahuyentar a la fauna que se establece cerca de las pistas de aterrizaje.
El robot cuenta con paneles reemplazables que permiten que se ‘disfrace’ de coyote o de zorro, señala Marlow. Estos paneles no serán hiperrealistas, y se decidió no cubrirlos con pieles de animales para que el robot sea totalmente resistente a la intemperie.
Las habilidades de Aurora empezarán a probarse a partir del otoño, al comienzo de la temporada de aves migratorias. Según Marlow, se planea que el robot realice patrullajes cada hora en una zona al aire libre cercana a las pistas para impedir impactos dañinos entre aviones y animales.
Aplicar la medida en otros en aeropuertos de Alaska
Si la implementación de Aurora tiene éxito en el aeropuerto de Fairbanks, se evaluaría la posibilidad de usar robots similares en aeropuertos rurales de Alaska, una medida que, indica Marlow, seria más rentable que contratar especialistas de vida silvestre.
La idea de probar a Aurora surgió después de que se consideraran riesgosos los planes de rociar repelentes a base de jugo de uva mediante drones. En la década de 1990, las autoridades del aeropuerto de Anchorage, la mayor ciudad de Alaska, liberaron un grupo de cerdos cerca de un lago para que devoraran los huevos de las aves que anidaban allí. No obstante, esta medida disuasoria fracasó.
Los datos de la Administración Federal de Aviación de EE.UU. revelan que el año pasado se reportaron 92 impactos entre aviones y animales en aeropuertos de Alaska, 10 de ellos en el de Fairbanks.
Con información de Actualidad RT