Los casos de sífilis primaria y secundaria, las etapas más infecciosas de la enfermedad, aumentaron en 10 % solo en 2022 y en 68 % desde 2018
Los casos de sífilis en Estados Unidos están en su nivel más alto desde 1950. En los recién nacidos, la infección, considerada una de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) más antiguas del mundo, se multiplicó por más de 10 entre 2012 y 2022, afirma el periódico Financial Times.
Las cifras provienen de un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), que a finales de enero reveló un “empeoramiento” en la epidemia de sífilis. Desde 2017, los casos aumentaron en casi 80 %, situándose en más de 207.000 en 2022.
En este contexto, las minorías raciales y étnicas se están viendo afectadas de manera “desproporcionada”, debido a “desigualdades sociales de larga data que a menudo conducen a desigualdades en salud”. “El mayor número de casos se registró entre personas negras o afroamericanas, hispanas y latinas”, añade el documento.
Bebés en riesgo
Los casos de sífilis primaria y secundaria, las etapas más infecciosas de la enfermedad, aumentaron en 10 % solo en 2022 y en 68 % desde 2018. Se ha encontrado un crecimiento constante de la enfermedad entre las mujeres, lo que, consecuentemente, viene amenazando cada vez más la salud de los recién nacidos. Y es que en 2022 nacieron más de 3.700 bebés con sífilis congénita, una cifra que, de acuerdo con el organismo, “refleja un alarmante aumento de 937 % en la última década”.
Los CDC aseguran que nueve de cada 10 casos de niños infectados podrían haberse evitado, porque más de la mitad nacieron de madres que dieron positivo durante el embarazo, pero que no recibieron el tratamiento adecuado ni oportuno.
“Dos de cada cinco personas (40 %) que tuvieron un bebé con sífilis no recibieron atención prenatal. Muchas personas no se hacen pruebas ni reciben tratamiento lo suficientemente temprano durante el embarazo”, resaltan.
Retroceso
Las crecientes tasas de sífilis entre los bebés reflejan una falla del sistema de salud estadounidense. De acuerdo con Marcelo Venegas, director médico regional de la AIDS Healthcare Foundation, EE.UU. está “retrocediendo” en lo que a enfermedades infecciosas se refiere. En este sentido, Khalil Ghanem, experto en sífilis de la Facultad de Medicina de Johns Hopkins, señala que el cambio de hábitos sexuales ha desempeñado un papel importante en la epidemia actual.
EE.UU. estuvo a punto de eliminar las ETS a finales de la década de 1990. En ese entonces, el VIH era considerado una “sentencia de muerte”, lo que provocó que las personas tuvieran menos parejas sexuales. “Había más abstinencia y más personas usaban condones”, afirma Ghanem.
Para ese entonces, muchas clínicas públicas de ETS habían desaparecido, lo que dificultó la realización de pruebas y el tratamiento. Luego, con la llegada de las terapias antirretrovirales para tratar el VIH, los comportamientos sexuales se relajaron nuevamente y, a partir del año 2000, los casos de sífilis aumentaron. Luego, con la pandemia de covid-19 en 2020, esa situación empeoró aún más, dicen los expertos. “A finales de los años 1990, estábamos muy cerca de eliminarla (…) La mayoría de nuestra comunidad médica no aprendió acerca de la sífilis como un problema activo”, opina Robert McDonald, funcionario médico de la división de prevención de ETS de los CDC. En la actualidad, más del 70 % de la población estadounidense vive en condados con altas tasas de la enfermedad.
A pesar de que la dolencia está tan extendida, la ventaja que existe es que es “extremadamente tratable”, comenta la médica de urgencias Kimberly Stanford. Sin tratamiento, puede causar graves problemas de salud, como daños al corazón y al cerebro, ceguera, sordera y parálisis. Si se transmite durante el embarazo, puede provocar abortos espontáneos, muerte infantil y problemas médicos de por vida. Con los antibióticos adecuados, es curable.
De cualquier modo, la sífilis continúa siendo un “desafío de salud único”, advierten los CDC. Es necesario que los proveedores de atención médica comprendan quién debe hacerse la prueba de sífilis en su comunidad, hablen con los pacientes sobre salud sexual, los traten a ellos y a sus parejas de inmediato y trabajen con los departamentos de salud locales y estatales para mejorar el manejo de la sífilis y el acceso a la atención sanitaria, resalta el organismo.
Fuente: Actualidad RT